
Noticias actuales del sector de petróleo y gas y energía al 11 de diciembre de 2025: la renuncia de la UE a los recursos energéticos rusos, el equilibrio del mercado del petróleo, GNL global, exportaciones de Rusia a Asia, energías renovables y pronósticos del sector energético. Análisis para inversores y empresas del sector.
El centro de atención son los pasos decididos de la Unión Europea para desvincularse de los combustibles fósiles rusos, los cambios en la política monetaria de EE. UU. y su influencia sobre los precios mundiales del petróleo y el gas, así como los últimos acontecimientos geopolíticos que impactan en el sector energético. Esta revisión está destinada a inversores y participantes del mercado energético, empresas de petróleo, gas y electricidad, así como a todos aquellos que siguen la dinámica de los mercados de petróleo, gas, electricidad y materias primas.
Mercado petrolero global: precios y OPEP+
Los precios mundiales del petróleo se han estabilizado tras un reciente aumento: el barril de Brent se negocia alrededor de $62, mientras que el WTI ronda los $58. El fortalecimiento de las cotizaciones la semana pasada se debió a las expectativas de una reducción de las tasas de interés en EE. UU. y a las preocupaciones sobre la restricción de la oferta (riesgos de sanciones para las exportaciones de Rusia y Venezuela). Sin embargo, en general, el precio del petróleo ha disminuido aproximadamente un 15% durante 2025, ya que el mercado enfrenta la amenaza de un exceso de oferta con un crecimiento moderado de la demanda.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) mantienen una posición cautelosa. En la última reunión de OPEP+, se decidió mantener las cuotas de producción actuales al menos durante el primer trimestre de 2026. El sindicato aún mantiene parte de sus capacidades desactivadas, aproximadamente 3,2 millones de barriles por día (cerca del 3% de la demanda mundial) permanecen "en reserva" bajo los acuerdos actuales de limitación de producción. Con el precio del Brent cerca de $60, los representantes de OPEP+ enfatizan la estabilización del mercado en lugar de un aumento inmediato de la cuota, dado el pronóstico deteriorado del equilibrio entre la oferta y la demanda.
Principales factores que actualmente afectan el mercado del petróleo:
- Política monetaria de las principales economías (la flexibilización de la Reserva Federal de EE. UU. respalda las perspectivas de la demanda).
- Tensiones geopolíticas (guerra en Ucrania, sanciones contra Rusia e Irán, riesgo de conflictos, por ejemplo, alrededor de Venezuela).
- Acciones de OPEP+ (mantenimiento de las restricciones a la producción y disposición para reaccionar ante un posible exceso de petróleo en el mercado).
- Tasas de crecimiento de la economía mundial y demanda de materias primas (incluido el repunte de la demanda en China y la transición acelerada hacia energías renovables).
Política monetaria y demanda de energéticos
La Reserva Federal de EE. UU. está flexibilizando su política monetaria esta semana: al finalizar la reunión del 10 de diciembre, se espera una reducción de la tasa de interés en 0,25%. Esta es ya la tercera reducción de tasa en 2025, destinada a apoyar la economía y el mercado laboral que se enfriaron. Tasas más bajas y un posible debilitamiento del dólar suelen estimular el crecimiento económico y la demanda de energéticos, desde gasolina hasta electricidad, lo que se refleja positivamente en el mercado de petróleo y gas. Los inversores del sector están atentos a las señales de los reguladores: el ciclo actual de flexibilización de la política monetaria podría finalizar si la inflación se estabiliza, sin embargo, las expectativas de un coste de financiamiento más barato ya han contribuido al reciente aumento de los precios del petróleo.
Europa renuncia a los energéticos rusos
La Unión Europea está tomando medidas decisivas hacia una completa independencia energética de Rusia. El 10 de diciembre, los embajadores de los países de la UE aprobaron un plan para una renuncia gradual a todos los tipos de gas ruso para finales de 2027. La presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, calificó el acuerdo sobre el futuro embargo como el «comienzo de una nueva era» para Europa, una era en la que la energía europea se liberará para siempre de la dependencia de los combustibles fósiles rusos. El comisario europeo de energía, Dan Jörgensen, agregó que a principios de 2026 se propondrá una ley para prohibir cualquier importación de petróleo ruso, con el objetivo de «cerrar el grifo» para las entregas desde Rusia a más tardar en 2027.
Estas medidas continúan la tendencia adoptada por la UE tras los acontecimientos de 2022: desde entonces, Europa ha reducido drásticamente las compras de gasoducto ruso (casi a cero) y ha impuesto un embargo al petróleo que llegaba por mar. Las nuevas iniciativas buscan consolidar la ruptura con Rusia a nivel legislativo y estimular el desarrollo de alternativas, desde un aumento en las compras de gas natural licuado (GNL) de EE. UU., Catar y otros países hasta una transición acelerada hacia energías renovables. En el Kremlin, la estrategia de la UE ha sido recibida con escepticismo: el portavoz del presidente ruso, Dmitry Peskov, advirtió que renunciar al gas ruso relativamente barato en favor de importaciones más caras condenarían a la economía europea a un aumento de costos y una disminución de la competitividad a largo plazo.
Elementos clave de la estrategia energética de la UE:
- Renuncia total al gas ruso: cese de compras de gasoductos y GNL de Rusia a más tardar en 2027.
- Embargo al petróleo y productos petroleros: se planea prohibir legislativamente la importación de petróleo y productos petroleros rusos en la misma fecha.
- Diversificación de suministros: expansión de importaciones de GNL de proveedores alternativos, aumento de la generación de energías renovables y ahorro energético para reemplazar los hidrocarburos rusos.
Redirección de suministros rusos hacia Asia
Rusia, enfrentándose a la reducción de los mercados occidentales, está reorientando activamente la exportación de recursos energéticos hacia Asia. China se ha convertido en el comprador clave: a finales de agosto, el proyecto “Arctic LNG-2” de Novatek envió el primer lote de gas licuado a China, a pesar de que este terminal está bajo sanciones de EE. UU. Según datos de comerciantes, las entregas de GNL ruso a China aumentaron en cifras de dos dígitos en otoño: Pekín está dispuesto a aumentar las compras de combustibles a un 30-40% de descuento, ignorando las sanciones unilaterales de Occidente. La cooperación energética entre Moscú y Pekín se fortalece, apoyando las economías de ambos países: Rusia obtiene un mercado alternativo y China un combustible barato para sus necesidades.
India también sigue siendo uno de los mayores compradores de petróleo ruso. Tras la imposición del embargo de la UE, las refinerías indias (NPP) aumentaron las compras de petróleo ruso de la variedad Urals y otras con un descuento significativo respecto a los precios mundiales. En recientes negociaciones, la dirección rusa confirmó su disposición a garantizar a India suministros estables de petróleo y productos petroleros. Aunque Nueva Delhi se mantiene cautelosa, equilibrando los riesgos geopolíticos, los recursos energéticos rusos baratos ayudan a satisfacer la creciente demanda y a controlar los precios internos del combustible.
Al mismo tiempo, Moscú busca ampliar la infraestructura de exportación hacia el Este. Se está discutiendo el aumento de la capacidad de los oleoductos hacia China (proyecto “Poder de Siberia-2”), así como el fortalecimiento de su propia flota de petroleros para entregar petróleo a los mercados asiáticos esquivando las restricciones. Estos pasos están diseñados para consolidar el giro a largo plazo de los flujos energéticos rusos desde Occidente hacia Oriente.
Pasos clave de Rusia en los mercados del Este:
- Lanzamiento de entregas de GNL ruso a China desde el nuevo proyecto “Arctic LNG-2”, a pesar de las restricciones de sanciones.
- Aumento de las exportaciones de petróleo a India bajo condiciones favorables (descuentos respecto a los precios mundiales), confirmando la disposición a abastecer el mercado indio de combustible.
- Desarrollo de infraestructura: planes para nuevos oleoductos (“Poder de Siberia-2”) y expansión de la flota de petroleros para un suministro constante a Asia.
Kazajistán y riesgos de tránsito
La inestabilidad relacionada con el conflicto militar en Ucrania crea nuevos riesgos para el tránsito de recursos energéticos en Eurasia. A principios de diciembre, un ataque de drones ucranianos a la terminal marítima del Consorcio de Oleoducto del Caspio (CPC) en la zona de Novorossiysk obligó a Kazajistán a reconsiderar las rutas de su exportación de petróleo. El Ministerio de Energía de Kazajistán anunció que parte del petróleo del yacimiento de Kashagan será redirigido por una ruta alternativa hacia China. Anteriormente, Kazajistán exportaba la mayor parte de su petróleo a través del oleoducto CPC, que transporta la materia prima a la terminal del Mar Negro en Rusia. El CPC asegura el transporte de petróleo desde yacimientos clave en Kazajistán (Tengiz, Kashagan, Karachaganak) y sigue siendo el principal canal de exportación del país.
A pesar de que los daños causados por el ataque de los drones no llevaron a un alto total de embarques, el incidente demostró la vulnerabilidad de esta infraestructura internacional. El Kremlin calificó el ataque a la terminal CPC de un incidente clamoroso, subrayando la importancia estratégica del consorcio. Por su parte, Kazajistán ha comenzado a diversificar sus rutas: junto con el rumbo hacia China, se está considerando aumentar la carga a través de puertos del Caspio y otras rutas alternativas. A largo plazo, Astana planea fortalecer la seguridad energética y a través del desarrollo de la refinación: se han anunciado planes para construir una nueva refinería de gran capacidad con participación de inversores extranjeros, lo que aumentará las capacidades internas y reducirá la dependencia de las importaciones de productos petroleros. Los expertos señalan que los riesgos de tránsito a través del territorio ruso están aumentando, ya que tales incidentes pueden influir en el mercado petrolero global, recordando a los participantes la prima por riesgo geopolítico en los precios.
Mercado global de gas y GNL
En el mercado de gas natural se observa una situación relativamente estable en comparación con el frenesí de hace dos años. En Europa, a pesar de la proximidad del invierno, la situación de precios es más tranquila que en años anteriores: las reservas de gas en los almacenes subterráneos se mantienen a un nivel cómodo y los precios de spot están lejos de los récords de 2022. La reducción de los suministros desde Rusia se compensa con las importaciones de GNL: las terminales europeas están aceptando activamente gas de EE. UU., Catar, Noruega y otras fuentes. Según las estimaciones de los analistas, entre enero y noviembre de 2025 las entregas de GNL ruso a la Unión Europea se redujeron casi un 7% interanual (a aproximadamente 18 mil millones de metros cúbicos), reflejando la tendencia de la UE hacia una renuncia gradual incluso al gas licuado de Rusia.
La oferta de GNL en el mercado global sigue creciendo. En EE. UU., se están introduciendo nuevas capacidades de exportación: la gran terminal Golden Pass en el Golfo de México (un proyecto conjunto de QatarEnergy y ExxonMobil) se está preparando para comenzar las entregas, ampliando las capacidades de exportación de gas de América. Catar, como parte de la expansión del proyecto North Field, aumentará la producción de GNL a 126 millones de toneladas al año para 2027, firmando contratos a largo plazo con compradores europeos y asiáticos. Mientras tanto, los países de Asia responden con flexibilidad a la coyuntura: por ejemplo, Pakistán acordó con Catar redirigir los lotes de GNL destinados a él hacia otros mercados debido a un excedente temporal de gas y una débil demanda interna. Ante el lanzamiento de nuevas capacidades y una demanda moderada, los precios de spot del gas se mantienen en un nivel relativamente bajo, aunque el factor climático y posibles interrupciones en el suministro aún pueden provocar picos de precios a corto plazo.
Energías renovables y clima
El desarrollo de las energías renovables está ganando impulso, aunque la agenda climática enfrenta resistencia por parte del sector de petróleo y gas. En la conferencia climática COP30 de la ONU en Brasil en noviembre, surgieron intensos debates sobre la renuncia a los combustibles fósiles. El proyecto final del acuerdo no satisfizo a la Unión Europea, ya que se excluyó del texto una hoja de ruta directa para una renuncia gradual al petróleo, gas y carbón bajo la presión de un grupo de países, los principales exportadores de hidrocarburos. Como resultado, los acuerdos alcanzados son de carácter comprometido: en lugar de obligaciones claras para reducir la producción de combustibles fósiles, los países se centraron en aumentar la financiación para la adaptación climática y en metas generales de reducción de emisiones.
Sin embargo, la transición energética sigue materializándose en la práctica. El año 2025 se ha convertido en un año récord para la entrada de nuevas capacidades de generación solar y eólica en muchos países. Grandes economías, desde China e India hasta EE. UU. y la UE, están invirtiendo en energías renovables, sistemas de almacenamiento de energía y tecnologías de hidrógeno, buscando reducir la dependencia de los hidrocarburos. Sin embargo, a corto plazo, los recursos tradicionales siguen teniendo un papel importante: los altos precios del gas obligaron en 2025 a aumentar la quema de carbón para la generación de electricidad en ciertas regiones, interrumpiendo temporalmente la tendencia hacia la descarbonización. Los expertos creen que a medida que aumente la proporción de energías renovables (con el apoyo de iniciativas gubernamentales), la demanda de carbón y otros recursos fósiles volverá a disminuir, reforzando el rumbo global hacia una energía sostenible.
Pronósticos: perspectiva para comienzos de 2026
Los participantes del mercado energético cierran 2025 con un optimismo moderado, pero sin ilusiones excesivas. Los analistas esperan que en el primer trimestre de 2026, las cotizaciones del petróleo puedan estar bajo presión debido al aumento de las reservas: varias estimaciones indican que el precio del Brent podría bajar a $55–60 por barril, a menos que ocurran nuevos choques. Al mismo tiempo, los factores geopolíticos, desde el desarrollo de la situación en Ucrania hasta decisiones sobre sanciones y conflictos locales (incluida una posible escalada en Venezuela o en el Medio Oriente), podrían influir drásticamente en la coyuntura. En el mercado del gas, los próximos meses dependerán en gran medida del clima: con un invierno suave y suficientes reservas, los precios del gas se mantendrán bajos, pero períodos fríos inesperados o interrupciones en las cadenas de suministro podrían provocar saltos de precios.
Para los inversores y las empresas del sector, será de especial importancia la adaptación a las nuevas condiciones. La diversificación de fuentes de suministro, el aumento de la eficiencia energética y la implementación de innovaciones (incluidas en el ámbito de las energías renovables) se convertirán en elementos clave para la sostenibilidad del negocio. El año 2025 ha demostrado la estrecha interconexión entre la economía, la política y la ecología en la formación de precios del petróleo, gas y electricidad. En 2026, esta interconexión probablemente se fortalecerá: el mercado global tendrá que equilibrar entre el exceso de oferta y los riesgos de escasez, y la comunidad global deberá encontrar un equilibrio entre la seguridad energética y los objetivos climáticos.