Situación actual en el mercado del petróleo, gas y energía: 13 de diciembre de 2025 estabilidad en los mercados petroleros.

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Noticias petróleo-gas y energía: situación actual en el mercado 13 de diciembre de 2025
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Situación actual en el mercado del petróleo, gas y energía: 13 de diciembre de 2025 estabilidad en los mercados petroleros.

Noticias actuales del sector petrolero, gas y energético del 13 de diciembre de 2025: dinámica del petróleo y gas, energía global, sanciones, exportaciones, fuentes de energía renovable, carbón y tendencias clave del mercado mundial de energía.

Los eventos clave del complejo energético (TЕК) del 13 de diciembre de 2025 están en el centro de atención de los inversores y participantes del mercado. En un contexto de tensión continua entre Rusia y Occidente, surgen iniciativas diplomáticas cautelosas que alimentan esperanzas de un alivio en la presión de las sanciones. Al mismo tiempo, los precios del petróleo y del gas demuestran una relativa estabilidad: el petróleo se mantiene alrededor de $60 por barril, mientras que el gas natural en Europa se ubica en ~€30 por MWh, gracias a la política cautelosa de OPEP+ y a niveles confortables de reservas de combustibles. En el ámbito energético global, continúan desarrollándose tendencias clave: el aumento del GNL global, la redistribución de flujos de exportación hacia el Este, y la aceleración de las inversiones en energías renovables (ER) en medio de un retorno temporal al carbón. Este reporte está destinado a inversores, participantes del sector energético, empresas de petróleo, gas y electricidad, así como a todos los que siguen la dinámica de los mercados de materias primas.

Mercado global del petróleo: exceso de oferta y demanda cautelosa limitan el aumento de precios

Los precios mundiales del petróleo se han estabilizado a niveles relativamente bajos hacia finales del año: el Brent se negocia alrededor de $60 por barril, mientras que el WTI ronda los $58. Las recientes señales sobre un posible alivio en la política monetaria de la Reserva Federal de EE. UU. han dado un ligero impulso a las cotizaciones, sin embargo, en general, el petróleo ha bajado aproximadamente un 15% desde principios de 2025 debido a la amenaza de un exceso de oferta frente a un crecimiento moderado de la demanda. La Organización de Países Exportadores de Petróleo y sus aliados (OPEP+) mantienen una estrategia cautelosa para gestionar la producción. En la reunión de diciembre, la alianza decidió extender las cuotas vigentes al menos hasta finales del primer trimestre de 2026. OPEP+ aún mantiene significativas capacidades en reserva (alrededor de 3 millones de barriles por día) para evitar una caída en los precios. Con el Brent alrededor de $60, los representantes del cártel enfatizan la prioridad de estabilizar el mercado sobre el deseo de aumentar inmediatamente las exportaciones, considerando la probabilidad de una disminución de la demanda en el futuro.

La dinámica de los precios del petróleo está influenciada por varios factores clave:

  • Demanda. El consumo global de petróleo está creciendo mucho más lentamente que en años anteriores. Se estima que el aumento de la demanda en 2025 será menos de 1 millón de barriles por día (en 2023 fue de aproximadamente +2.5 millones). La recesión económica y las medidas de eficiencia energética tras un periodo de precios altos, junto con el desaceleramiento del crecimiento industrial en China, limitan el aumento del consumo.
  • Oferta. Los países de OPEP+ aumentaron la producción en la primera mitad de 2025 a medida que se suavizaron las restricciones anteriores, sin embargo, la amenaza de un mercado saturado ahora frena los planes para continuar aumentando la producción. La decisión de mantener el recorte de la producción a principios de 2026 demuestra la disposición de la coalición para prevenir un excedente: los participantes del acuerdo podrán ajustar rápidamente sus exportaciones si los precios caen.
  • Geopolítica. La guerra en Ucrania y las sanciones contra grandes productores de petróleo (Rusia, Irán, Venezuela) continúan limitando la oferta y apoyando los precios. Sin embargo, no ha habido nuevas sacudidas serias; por el contrario, surgen señales de diálogo (como las propuestas de EE. UU. y Turquía sobre negociaciones), lo que reduce algo la "prima de riesgo". Como resultado, el mercado petrolero permanece en un relativamente estrecho rango de precios sin saltos bruscos.

Mercado global del gas y GNL: estabilidad en Europa, aumento de la oferta

Las condiciones en el mercado del gas a finales de 2025 son relativamente tranquilas, en drástico contraste con el frenesí de hace dos años. La Unión Europea entra en el invierno sin señales de escasez de gas: los depósitos subterráneos de la UE están llenos en más del 70%, lo que es significativamente superior al promedio para diciembre. Los precios del gas en Europa (hub TTF) se mantienen alrededor de €30 por MWh, un orden de magnitude más bajo que los picos de 2022. Los volúmenes perdidos de gas ruso por tubería se compensan casi completamente con el récord de importaciones de gas natural licuado (GNL) de fuentes alternativas: las terminales aceptan activamente combustible de EE. UU., Qatar, Noruega y otros países.

La oferta global de GNL continúa creciendo gracias a la introducción de nuevas capacidades. En EE. UU. se están poniendo en marcha grandes terminales de exportación (por ejemplo, Golden Pass en el Golfo de México), lo que refuerza la posición de América como proveedor líder. Qatar, en el marco de la expansión del North Field, planea aumentar la producción de GNL a 126 millones de toneladas por año para 2027, habiendo contratado volúmenes significativos para compradores en Europa y Asia. Nuevos proyectos también están comenzando operaciones en otras regiones (Australia, África), fortaleciendo la competencia en el mercado de gas licuado.

Al mismo tiempo, la demanda de gas está creciendo a un ritmo moderado. En Asia, algunos importadores incluso desvían lotes comprados en exceso al mercado spot debido a una debilidad temporal en el consumo interno. En total, la expansión de la oferta y la demanda restringida mantienen los precios globales del gas en niveles relativamente bajos. Sin embargo, el factor climático sigue siendo crítico: en caso de fríos anormales o interrupciones en las entregas durante el invierno, podrían producirse aumentos de precios temporales. El escenario base sugiere que la estabilidad de precios se mantendrá gracias a las cómodas reservas de combustible.

Geopolítica y sanciones: línea rígida de Occidente y búsqueda de compromiso

El enfrentamiento entre Rusia y Occidente en torno a los recursos energéticos continúa, aunque hacia finales del año han surgido intentos de diálogo. Los países del G7 y la UE mantienen una dura línea de sanciones: se mantiene el embargo al petróleo ruso, se limita la exportación de productos petroleros, se ha establecido un techo de precios y las sanciones financieras dificultan el comercio de recursos energéticos de Rusia. Además, se discuten nuevas restricciones a principios de 2026, ya que los aliados tienen la intención de cerrar las lagunas restantes y están dispuestos a intensificar la presión si el conflicto armado continúa.

Al mismo tiempo, la Unión Europea está dando pasos hacia la completa independencia del combustible ruso. El 10 de diciembre, los embajadores de los países de la UE aprobaron un plan legislativo para desvincularse de los energéticos rusos para finales de 2027—lo que implica cesar las compras de gas natural (incluido el GNL), petróleo y productos petroleros. En Bruselas, este paso se considera el comienzo de una nueva era, destinada a liberar permanentemente a la energía europea de la dependencia del combustible ruso. La ruptura con Rusia se consolida a nivel legislativo y estimula el desarrollo de alternativas, desde el aumento de las importaciones de GNL hasta la aceleración de la implementación de energías renovables. Moscú ha criticado la estrategia de la UE, señalando que reemplazar el barato gas ruso por importaciones más costosas resultará en un aumento en los costos para Europa. Sin embargo, Bruselas muestra determinación para pagar ese precio por una meta geopolítica; varios países (por ejemplo, Hungría) ya han prometido impugnar judicialmente la prohibición del gas ruso, pero el curso europeo en su conjunto sigue siendo inquebrantable.

Según los medios, EE. UU. ha propuesto a sus aliados un plan para el regreso gradual de Rusia a la economía mundial tras una solución pacífica—incluido el levantamiento de las sanciones y la reanudación de las exportaciones de recursos energéticos rusos a Europa. No obstante, la dirección de la UE se muestra cautelosa hacia tales iniciativas y excluye un alivio de su posición sin un progreso real en la dirección ucraniana. En este contexto, aumentan las señales diplomáticas en busca de un compromiso. El presidente de EE. UU., Donald Trump, declaró el 12 de diciembre que está "cerca de un acuerdo" con Moscú y Kiev para resolver el conflicto—por primera vez se insinúa la posibilidad de un acuerdo de paz que podría a futuro aliviar parte de las sanciones energéticas. Turquía también ofrece su mediación: Recep Tayyip Erdoğan, en una reunión en Ashgabat, confirmó su disposición a albergar conversaciones entre Rusia y Ucrania en cualquier formato. Aunque aún no hay acuerdos concretos, tales declaraciones alimentan la esperanza de un futuro alivio en la presión de las sanciones que afecta a la industria.

Rusia se reorienta hacia los mercados asiáticos

Frente a la pérdida de mercados occidentales, Rusia está aumentando la exportación de recursos energéticos a Asia. China se ha convertido en el comprador clave: ya a finales de agosto, se envió el primer lote de GNL desde la nueva planta "Arctic GNL-2" a la República Popular China. En otoño, las entregas de GNL ruso a China crecieron a tasas de dos dígitos—Pekín está aumentando activamente las compras de combustible con un descuento del 30-40%, ignorando la presión de las sanciones occidentales. La asociación energética entre Moscú y Pekín se fortalece, asegurando a Rusia un mercado alternativo y a China un suministro barato de materias primas para su economía.

India también sigue siendo uno de los mayores importadores de hidrocarburos rusos. Tras la imposición del embargo petrolero europeo, las refinerías indias han aumentado notablemente las compras de petróleo ruso Urals y otros tipos a precios reducidos. Las autoridades rusas han asegurado a sus socios la disposición a proporcionar a India volúmenes estables de petróleo y productos petroleros. La materia prima barata de Rusia ayuda a satisfacer la creciente demanda de India y a mantener los precios internos del combustible, aunque Nueva Delhi busca no permitir una dependencia crítica de un solo proveedor.

Para consolidar el "giro hacia el Este", Rusia está desarrollando su infraestructura de exportación. Se discute el proyecto del nuevo gasoducto "Fuerza de Siberia-2" a través de Mongolia hacia China, que podría aumentar significativamente las entregas de gas a Asia. Al mismo tiempo, se está creando su flota de buques cisterna para transportar petróleo a los mercados de India, China y el sudeste asiático, lo que reduce la dependencia de las compañías navieras y aseguradoras occidentales. Estas acciones están destinadas a hacer irreversible la reorientación de los flujos energéticos hacia el Este y a disminuir la dependencia de Rusia del mercado europeo. Al mismo tiempo, Rusia está fortaleciendo sus vínculos con socios de Oriente Medio. En una reunión en Ashgabat, el presidente ruso, Vladímir Putin, discutió con el presidente de Irán, Masoud Pezeshkián, la cooperación en los sectores del gas y la energía eléctrica. Al mismo tiempo, se trabaja en proyectos estratégicos como la planta de energía nuclear de "Bushehr" en Irán, así como en el desarrollo del corredor de transporte internacional "Norte-Sur". Esta cooperación refuerza la integración de Rusia en las cadenas energéticas del Este y el Sur, compensando parcialmente la ruptura de lazos con Europa.

Kazajistán: riesgos de tránsito y nuevas rutas

El conflicto militar en Ucrania también afecta las rutas de exportación de recursos energéticos. A principios de diciembre, un ataque de drones dañó la terminal marítima del consorcio petrolero del Mar Caspio (CPC) cerca de Novorossiysk, a través de la cual Kazajistán exporta petróleo. Aunque las cargas de petróleo kazajo no se detuvieron por completo, Astana decidió acelerar la diversificación de rutas. El gobierno de Kazajistán anunció el desvío de parte del petróleo del gigantesco campo de Kashagan hacia China y está considerando aumentar las entregas a través de los puertos del Caspio, para reducir la dependencia de la ruta tradicional a través del territorio de Rusia.

Para fortalecer la seguridad energética, Kazajistán también planea construir una nueva refinería (NPP) con participación de capital extranjero. La expansión de las capacidades internas para la producción de productos petroleros permitirá al país reducir la importación de combustibles y aumentar la resistencia del sector petrolero frente a choques externos.

Energía renovable y clima: progreso y retrocesos temporales

La transición energética global continúa acelerándose, aunque los acuerdos climáticos internacionales están estancados. En la conferencia de la ONU COP30 (noviembre de 2025, Belém, Brasil), no se logró aprobar un plan estricto para la fase de eliminación de combustibles fósiles—una serie de grandes exportadores de petróleo y gas bloqueó la iniciativa de la UE sobre fechas concretas para la cesación gradual de la producción. El acuerdo final tiene un carácter de compromiso, cambiando el enfoque hacia la financiación de la adaptación al cambio climático y las metas generales de reducción de emisiones sin plazos claros para el abandono de petróleo, gas y carbón.

A pesar de la falta de nuevos compromisos, las principales economías están aumentando la inversión en "energías verdes". El 2025 se ha convertido en un año récord para la instalación de nuevas plantas solares y eólicas en muchos países. China, India, EE. UU., la Unión Europea y otros están invirtiendo activamente en fuentes de energía renovable, sistemas de almacenamiento y tecnologías de hidrógeno, con el fin de reducir la dependencia de los hidrocarburos.

En el corto plazo, también hay retrocesos temporales de la curva de descarbonización. Los altos precios del gas natural en 2025 obligaron a varios estados a aumentar la quema de carbón para la generación de electricidad, para navegar con éxito la temporada invernal—la demanda global de carbón sigue siendo alta. Los expertos consideran que este paso es una medida temporal. A medida que crezca la proporción de ER y se mejoren las tecnologías de almacenamiento de energía, el consumo de carbón y otros recursos fósiles se reanudará en su descenso. Así, la tendencia a largo plazo hacia una energía limpia se mantiene, aunque con ciertos retrasos en el camino.

Perspectivas: inicio de 2026

Los analistas esperan que en el primer trimestre de 2026 los precios del petróleo estén bajo moderada presión a la baja debido a altos niveles de inventario y a una oferta que supere el crecimiento de la demanda. En ausencia de nuevos choques, el precio promedio del Brent podría caer en el rango de $55–60 por barril. Al mismo tiempo, los factores geopolíticos pueden cambiar drásticamente la situación de precios: la escalada del conflicto en Ucrania, la introducción de nuevas sanciones, así como crisis en regiones clave de producción de petróleo (Medio Oriente, América Latina) pueden provocar serias oscilaciones de precios.

Factores climáticos seguirán siendo determinantes en el mercado del gas. Si el invierno en el hemisferio norte es suave y las reservas de combustible son suficientes, los precios europeos del gas se mantendrán en niveles bajos. Pero unas pocas semanas de fríos anormales podrían agotar rápidamente los depósitos de gas y provocar un aumento de precios. Además, puede intensificarse la competencia entre Europa y Asia por el GNL, si el crecimiento económico en los países asiáticos supera las expectativas.

Los participantes del sector energético en 2026 deberán adaptarse a nuevas condiciones. La diversificación de suministros, el aumento de la eficiencia energética y la implementación de innovaciones (incluyendo el desarrollo de ER y tecnologías de captura de carbono) serán la clave para la resiliencia del negocio. El año 2025 ha mostrado de manera clara la interconexión entre economía, política y ecología en la determinación de precios del petróleo, gas y electricidad. En 2026, esta interconexión probablemente se fortalecerá: el mercado mundial equilibrará entre un exceso de oferta y los riesgos de escasez, y la comunidad global y los reguladores deberán combinar la seguridad energética con los objetivos climáticos.

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